Esta entrada es más bien una confesión, reflexión o pregunta que me lanzo a mí misma dadas las circunstancias y los giros que da la vida.
He de reconocer que la finalidad inicial del blog era desintoxicarme de mi etapa de la oposición. Darle forma de palabras, escupirlas sobre la pantalla de un ordenador y esperar a que se cerrara esa puerta. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, nada más distinto a los planes iniciales, lo cierto es que el blog me volvió a remover las entrañas y a hacerme preguntas que no quería ni formular.
¿Y si lo volvieras a intentar?
¿Y si compaginas oposición con trabajo para no tener la presión de que es todo o nada?
¿Y si te lo planteas a largo plazo, sin presión de que tiene que ser esta convocatoria?
Y cuando me encuentro en pleno interrogatorio y meditación...me entero de que estoy EMBARAZADA.
- Tenía la sensación de que iba a pasar próximamente- dice mi marido reflejado en el espejo del baño, mientras todavía sostengo el test de embarazo entre las manos.
-¿Sí?, ¿Por qué?, si llevamos meses intentándolo y nada - Le respondo yo entre feliz y muerta de miedo.
- Porque te pega todo decidir darte la oportunidad de volver a intentarlo y que algo te trastoque los planes- dice medio riendo, medio mirándome con pena.
En ese momento me hizo gracia. Al cabo de diez minutos volví a ese pensamiento...
Un momento...la primera vez me pierden el temario, y ahora cuando tengo tomada más o menos la decisión, y hasta me ilusiona ponerme a estudiar unas horas al día y los fines de semana, me quedo embarazada después de meses de intentos fallidos. Un momento...¿Alguien me está intentado decir algo?
De momento he tenido que aparcar nuevamente el proyecto, porque ya me cuesta venir a trabajar todos los días con lo mal que me estoy encontrando, como para ponerme a estudiar entre náusea y náusea. Sin embargo, creo que precisamente el hecho de este nuevo giro me ha dado un poco de perspectiva, algo me dice que no corra, que nadie me persigue, que las cosas pasan cuando pasan porque tienen que pasar, y luego ya sucederá el resto.
Así que, sin dejar de aparcar del todo el proyecto de volver a intentarlo en el futuro, pero dejándolo de momento en doble fila, me voy a centrar en el nuevo paso de mi vida, que viene pisando fuerte y dejándome para el arrastre, pero eso sí, muy feliz, y ya en cuanto pueda, empezaré a cantarle algún temilla con el que seguro se queda sopa en menos de que cante un gallo.
En cierta manera este giro se debe a vosotros, a cada comentario o cada reflexión que hacéis en el blog. Me habéis vuelto a recordar que no hay nada más emocionante que luchar por lo que uno quiere, aunque sin dramas, al final no hay drama que valga la pena.